Aún así no hay que descartar algún movimiento de mayor envergadura debido precisamente a la menor concurrencia de participantes en el mercado y con ello menor liquidez.
El mercado viene marcado por la cifra publicada el viernes de US PCE price index interanual del mes de Abril, el dato de inflación que más sigue la Reserva Federal de Estados Unidos para evaluar sus decisiones de política monetaria. La cifra se disparó al alza hasta un 3.6%, muy por encima de lo que siempre ha sido el objetivo de inflación que se sitúa en torno a un 2%. La gran incógnita es si se trata de un fenómeno transitorio y reversible debido a la rápida recuperación de la economía y de la demanda doméstica , como mantiene gran parte de los miembros de la Reserva Federal o si es el principio de un proceso inflacionista y si será necesaria adelantar la fecha de subida de tipos de interés y de reducción del programa de compra de activos. La respuesta se irá conociendo a medida que se vayan conociendo los datos de inflación de los próximos meses y también las cifras del mercado laboral. En ese sentido la publicación de la tasa de desempleo y del Non-Farm payroll de este viernes adquiere una alta relevancia para determinar cual es la futura dirección del mercado.
La reacción inmediata del mercado tras publicarse la cifra del viernes fue mixta. El dólar USA se fortaleció, un movimiento lógico en un contexto inflacionista que anticipa subidas de tipos de interés, pero el flujo se revirtió en el transcurso de la sesión quedando prácticamente sin cambios la cotización de la moneda norteamericana.
Tampoco tuvo mayor repercusión en la cotización de los bonos del Tesoro, de hecho la rentabilidad del bono 10 años ha caído ligeramente de la zona de 1.60% hasta el 1.58% actual. Esto demuestra que la incertidumbre del mercado sigue siendo alta a este respecto y necesita de mas datos que confirmen o desmientan estos indicios de presión inflacionistas que se están viendo en los datos recientes.
La futura evolución del dólar USA sigue siendo motivo de controversia en el mercado con pronósticos de analistas y bancos de inversión divergentes.
Un factor a tener en cuenta para la futura evolución del dólar es su cotización contra el yuan chino. Hasta ahora las autoridades del gigante asiático han permitido una caída del dólar ( revaluación del yuan) que se viene produciendo desde principios del mes de Mayo hasta alcanzar niveles no vistos en tres años.
Pero empiezan a surgir voces dentro de las autoridades chinas - en concreto un ex-miembro del PBOC- que hablan de revertir este movimiento por los perjuicios que pueden causar a las exportaciones del país. Esto tendría un efecto directo en la cotización del dólar a nivel global.
Técnicamente USD/CNY se encuentra en niveles de sobreventa con una divergencia alcista en el gráfico semanal.
También se han intensificado en China los comentarios y las advertencias a los participantes en el mercado en contra del excesivo fortalecimiento de las materias primas que consideran se deben a un exceso de posiciones especulativas. Cualquier acción por parte de China para contrarrestar esta tendencia tendría un efecto inmediato en la cotización de las commodities.
En este sentido se puede tomar como referencia al COBRE, principal metal industrial del que China es el principal consumidor con un 50% de la producción mundial.
El metal se encuentra en una fase de consolidación que ya dura tres semanas, después de un rally alcista que se inició en el mes de marzo del año pasado y técnicamente en zona de sobrecompra y con señales de agotamiento en el RSI semanal que comienza a dar señales de divergencias.
Fuentes: investing.com, reuters.com.
