Como se esperaba, la Reserva Federal anunció ayer el inicio del proceso de reducción de compras de bonos, tapering. El ritmo de reducción también coincide con el pronóstico del mercado, $15 B cada mes, para acabar aproximadamente en el mes de junio del año próximo.
Powell, remarcó que las cantidades podrían variar dependiendo de la evolución de los datos de la economía, especialmente las cifras de empleo de las que espera que sigan avanzando hasta alcanzar el pleno empleo, pero sin precisar cuando esperan que llegue este momento. Hasta aquí, tal y como estaba previsto.
En cuanto a la inflación, aunque reconocía que podría extenderse durante un periodo más largo que lo que en principio se esperaba, le quitó importancia al seguir considerando que está motivada por factores externos que con el tiempo irán desapareciendo.
En definitiva, al menos por ahora, la Reserva Federal no se encuentra especialmente preocupada por este fenómeno y no consideran necesario actuar por el momento con subidas de tipos de interés, aunque señaló que actuarían si fuera necesario.
Esta declaración sobre la inflación elimina de momento cualquier cambio brusco de la política monetaria con alzas de los tipos de interés. El mercado se sigue anticipando en los futuros de los Fed Funds, que señalan las primeras subidas para mediados del año que viene.
En resumen, una aproximación algo más “dovish” de lo que gran parte de los inversores esperaban y que deja ahora un mercado muy dependiente de las cifras de empleo y de inflación, además de las de crecimiento, que pueden hacer cambiar de opinión a los miembros de la Reserva Federal.
Los índices bursátiles acogieron bien tanto la decisión de la Fed, como las declaraciones de Powell y prosiguieron en su camino alcista con nuevos máximos en los tres principales índices, a pesar de sus elevados niveles de sobrecompra.
El dólar se debilitó ligeramente ante el sesgo “dovish” de la Fed y el EUR/USD volvió de nuevo por encima de los niveles de 1.1600 después de haber retrocedido durante el día hasta la zona de 1.1560.
Pero el movimiento de mayor calado del día se producía en el petróleo, sin tener nada que ver con la decisión de la Reserva Federal que había centrado toda la atención del mercado.
El petróleo, después de dos cifras consecutivas de crecimientos de stocks por encima de lo esperado, perdió casi 3 dólares rompiendo y cerrando por debajo del nivel de soporte de 80.70 y dejando el camino libre, desde una perspectiva técnica, a mayores caídas hacia la zona de 76.50 que es el 0.382 retroceso de Fibonacci de toda la pata alcista desde final de agosto hasta principios de octubre.
La reunión de la OPEP de esta semana difícilmente va a tener como resultado un aumento de la producción, como ya han manifestado los principales países del cartel, factor que presionaría aún mas a la baja, pero independientemente de esto, el petróleo ha experimentado una corrección significativa que muestra la vulnerabilidad del precio del crudo en los últimos máximos alcanzados.
Fuentes: Bloomberg, Reuters