El pasado viernes fue el día en el que el mercado pudo vislumbrar un cambio en la actitud de la Reserva Federal respecto a la política monetaria, que se reflejó en los diferentes activos.
Por un lado, se ha publicado un artículo en el Wall Street Journal del periodista Nick Timiraos, considerado el principal "Fed Watcher", el que tiene mejor acceso e información sobre las deliberaciones y decisiones del banco central de Estados Unidos. Según Timiraos, es probable que la Reserva Federal no esté cómoda con el desempeño de los mercados de renta fija, que están descontados unas subidas de tipos de interés excesivamente agresivas.
La información de este periodista está siendo interpretada como un aviso directo de los encargados de la política monetaria estadounidense. Se trata de una señal claramente dovish en un mercado que había aumentado significativamente sus apuestas sobre los tipos de interés finales. Sin embargo, esta información fue confirmada en gran parte por la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, considerada como portavoz del presidente Powell.
Daly dijo que la Reserva Federal debería preparar subidas menos agresivas de los tipos de interés en el futuro. Esto daría a la Fed tiempo para conocer cómo afecta la política monetaria a la inflación y evitaría reacción exagerada, que podría amenazar la estabilidad económica y provocar una recesión.
Estos comentarios no impiden que se suban los 75 puntos básicos, ya descontados por el mercado, en la próxima reunión del 2 de noviembre, pero hace mucho más probable que se decidan por 50 puntos básicos o incluso menos en diciembre. Por lo tanto, las expectativas de tipos de interés finales que el mercado descuenta ahora cayeron algo más de 25 puntos básicos, hasta situarse en torno al 4,80%.
Si las cifras de la inflación, como la del gasto en consumo personal que se publicará el próximo viernes, retroceden, aunque sea ligeramente, las previsiones de los tipos de interés finales podrían bajar también, lo que sería bueno para los mercados bursátiles y provocaría ventas de dólares estadounidense.
Eso es lo que ocurrió el viernes tras la publicación de estos informes: el dólar cayó, especialmente frente al yen, y el USD/JPY perdió unos 400 pips desde los máximos del día. En este caso, la intervención del Banco de Japón, vendiendo dólares en el mercado, aceleró el movimiento.
Y los índices de Wall Street registraron considerables subidas de alrededor del 3% en los tres principales índices, impulsados en parte por estas expectativas más dovish sobre el futuro de los tipos de interés y por la publicación de los beneficios empresariales que siguen, superando las previsiones de los analistas.
Fuentes: Bloomberg, Reuters
