Los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron sin cambios durante la sesión, algo por debajo de los máximos alcanzados el miércoles. Los índices de Wall Street cotizaron sin una dirección clara y con pocos cambios respecto al cierre del día anterior.
Los volúmenes de negociación descendieron notablemente en un típico mercado de vacaciones veraniegas, sin ninguna cifra económica de importancia que animara la actividad entre los inversores.
Tanto las actas de la Fed como las declaraciones de los oficiales apuntan a que la próxima decisión del banco central será algo más moderada, con una subida de 50 puntos básicos. Esto es lo que ahora descuenta el mercado.
Las siguientes decisiones dependerán en gran medida de los datos de inflación, aunque también influirán las cifras de empleo y los indicadores adelantados de la economía. Parece que a la Fed le preocupa cada vez más que subidas demasiado agresivas puedan provocar una desaceleración económica más profunda.
En principio, esto sería positivo para los mercados bursátiles. Aun así, después de los dos últimos meses y dada su situación técnica cercana a niveles críticos y de extrema sobrecompra, los índices bursátiles necesitarían un incentivo extra para continuar con el mismo ritmo alcista.
Lo que sí parece seguro es que seguiremos viendo unos tipos de interés algo más altos en Estados Unidos y que se descarta un cambio de sesgo para el próximo año. Como señalan algunos analistas, los tipos se mantendrán altos y sin cambios durante un tiempo, tal y como afirmó Daly, oficial de la Fed. Y esto repercutió en la cotización del dólar, que se fortaleció frente a todos sus pares.
Esta circunstancia se refleja especialmente en el par USD/JPY, muy sensible a los tipos de interés del dólar. Tras una corrección técnica que lo llevó hasta la zona de soporte de 130,50, ha reanudado la senda alcista y se encamina hacia los últimos máximos en la zona de 139,40.
Fuentes: Bloomberg, Reuters