El viernes fue un día de colapso en los mercados.
El debate sobre si la Reserva Federal ralentizará o pausará las subidas de tipos, lo que se ha denominado el pivote de la Fed, cesaron tras la publicación de las cifras de las nóminas no agrícolas.
La cifra de creación de empleo no agrícola fue más o menos la esperada, pero la tasa de desempleo bajó dos puntos, hasta el 3,5%; sólo eso fue motivo suficiente para que los inversores abandonaran cualquier expectativa de una Reserva Federal menos agresiva en las próximas reuniones, por lo que los índices bursátiles experimentaron importantes caídas, con el Nasdaq perdiendo alrededor de un 4%.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron con la cifra, con el bono a 10 años subiendo sólo 3 puntos básicos hasta el 3,88%.
La pregunta es si esta cifra es suficiente para justificar un cambio tan radical en el sentimiento del mercado. Hay que tener en cuenta que los mercados habían tenido un desempeño positivo durante la semana, sobre todo tras la publicación de cifras económicas como el ISM manufacturero y los JOLTs (ofertas abiertas de empleo), que cayeron por primera vez en meses.
Además, cuando observamos el dato de ganancias medias horarias, que es en definitiva el factor más inflacionista, vemos un ligero descenso, lo que indica que no hay señal de inflación salarial.
La cifra no implica tensiones en el mercado de trabajo, sobre todo porque el descenso de la tasa de desempleo se debe en gran medida a un aumento de la tasa de participación. Por otra parte, estos datos suelen estar sujetos a revisiones, y cualquier revisión se vuelve a publicar en la siguiente fecha de publicación de los datos.
La cifra en sí misma no muestra ninguna tensión en el mercado laboral, sobretodo porque la caída en la tasa de desempleo se debe en su mayor parte a un aumento en la tasa de participación. Por otra parte, este dato suele estar sujetos a revisiones, y cualquier revisión se vuelve a publicar en la siguiente fecha de publicación del dato.
El mercado se había centrado recientemente en esta cifra con la esperanza de que mostrara ya un claro empeoramiento del mercado laboral, y como no lo hizo, la reacción fue algo desorbitada. Más allá de eso, los detalles no importaban, y es razonable pensar que todo el discurso de línea dura de la Fed de esta semana contribuyó a la caída.
Es más probable que otros factores, como el reciente empeoramiento de la situación geopolítica con amenazas cruzadas entre Rusia y Occidente que no anticipan un fin próximo del conflicto, hayan influido en el sentimiento de los inversores. De hecho, el dólar estadounidense, que es una moneda refugio, se fortaleció considerablemente, impulsando al par USD/JPY a nuevos máximos por encima de 145,00.
Por otro lado, la subida del precio del petróleo tras la decisión de la OPEP de recortar la producción en 2 millones de barriles diarios es otro factor a tener en cuenta, ya que afecta negativamente al sentimiento de riesgo, al tiempo que agudiza el conflicto entre los países occidentales, así como con un gran número de otros países, incluidos los productores de petróleo como Rusia.
Fuentes: Bloomberg, Reuters