El dato de empleo ADP Non-Farm mostró la fortaleza del mercado laboral estadounidense, y la cifra del PIB del último trimestre mostró un sólido crecimiento del 6,9% inter trimestral.
Sin embargo, estas cifras positivas no fueron suficientes para mantener el ritmo alcista de las bolsas estadounidenses.
Tras las subidas experimentadas en los dos primeros días de la semana, motivadas por el optimismo sobre las negociaciones, las declaraciones publicadas el miércoles acabaron con la euforia de los inversores.
Por un lado, tenemos el escepticismo del gobierno y de los servicios de inteligencia estadounidenses, que cuestionan la credibilidad de las declaraciones sobre una retirada de las tropas rusas. Por otro lado, tenemos algunas filtraciones sobre la falta de apoyo de Putin a la propuesta de retirar las tropas de la zona de Kiev y alrededores.
Putin insiste que tanto el gas natural como el petróleo que se compre a Rusia deben pagarse en rublos. La Unión Europea se niega totalmente e insiste en que deben aceptar euros o dólares.
En este caso, una crisis grave podría derivar en la falta de suministro energético a varios países europeos, entre ellos Alemania, que ya ha activado una prealerta y está preparando a la población para una potencial escasez de suministro. Si esto ocurriera, tendría un efecto devastador en la economía con caídas notables del PIB, como ya han indicado miembros del gobierno alemán.
Por tanto, el enfrentamiento bélico no ha terminado, y de momento no hay ninguna información que haga pensar que esté cerca su fin. Sin embargo, todo indica que el conflicto económico entre Rusia y Occidente con las sanciones y sus efectos boomerang podría prolongarse incluso con el fin de la guerra.
Debido a esta sombría perspectiva, el DAX alemán detuvo su racha alcista de dos semanas, perdiendo ayer casi un 2%, tras no poder superar el nivel pivote de 14.900, desde donde cayó.
Aunque el mercado estará más pendiente de los acontecimientos de la guerra en Ucrania, hoy se publica la cifra de gasto de consumo personal. Se trata de un dato económico relevante ya que es el preferida por la Fed para medir la inflación, por lo que puede repercutir tanto en los mercados de renta fija como en los bursátiles.
Fuente: Bloomberg, Reuters.
