El impulso alcista de los mercados que comenzó una semana atrás se detuvo ayer sin ninguna noticia o dato fundamental que lo justificara. Esto podría deberse al cambio de flujo del mercado desde las acciones tecnológicos a los industriales y otras como las aerolíneas.
A medida que los inversores descartan la desaceleración inducida por la variante Ómicron, el flujo de rotación se acelera. Los analistas se preguntan ahora si esta postura del mercado tiene sentido o si hay un exceso de optimismo entre los inversores.
La incertidumbre sigue siendo alta, mientras las potenciales consecuencias económicas que se deriven de las medidas ya adoptadas para luchar contra Ómicron están todavía por ser vistas.
Evidentemente no se pueden comparar a las que se tomaron al inicio de la pandemia. Sin embargo, durante ya casi un mes se han restringido actividades en el sector servicios a nivel global y China ha confinado a toda una provincia.
Este comportamiento dispar de los índices se reflejó en subidas del DowJones 30 y ligeros retrocesos en el Nasdaq, con el S&P500 en medio de los dos, cerrando prácticamente sin cambios durante la sesión.
Técnicamente, el Nasdaq ha revertido su movimiento alcista en la zona de máximos alcanzados en noviembre alrededor de 16.655, convirtiendo este nivel en la principal zona de resistencia.
El petróleo que venía experimentando subidas a la par que los índices bursátiles, impulsado por el mismo sentimiento positivo sobre la evolución de la economía, también frenó su carrera alcista en el día de ayer.
A la espera de los datos de inventarios de crudo que hoy publica la Agencia de Información de Energía, el petróleo no logró sobrepasar la zona en torno a 76,46 que ahora actúa como zona de resistencia.
Fuentes: Bloomberg, Reuters.