Por un lado, el PMI de servicios del mes de enero que ha subido ligeramente con respecto a las expectativas, 45.5 vs 45 esperado, dato que confirma que el sector de servicios europeo se mantiene al menos, aunque todavía por debajo del umbral de crecimiento que este índice sitúa en 50.
Y por otro lado los datos de inflación. Este es un dato de mayor relevancia dado que es el principal objetivo dentro del mandato del Banco Central Europeo. La política monetaria del BCE está encaminada a conseguir un nivel de inflación cercano al 2%, pero no superior, y para ello despliega todos sus instrumentos de estímulo a la economía como son los tipos de interés, en algún caso negativos, y su programa de compra de activos.
La primera lectura de los datos publicados hoy es positiva por la subida experimentada en el dato de IPC, que para el mes de enero ha subido hasta un 0.9% interanual desde valores negativos el mes pasado en -0.3%.
Pero el dato tiene un inconveniente que es el que la subida viene motivada por el fin del recorte del IVA que Alemania había impuesto durante el año pasado como medida de estímulo adicional a la economía junto con la introducción de un nuevo impuesto sobre la emisión de CO2 que tiene un efecto alcista inmediato en los precios.
Es por tanto una subida de precios motivada por incrementos impositivos y no por un repunte de la demanda doméstica y por ello la opinión generalizada de los analistas de mercado es que el BCE va a restar importancia a esta subida del dato de inflación y no lo tendrá en consideración a la hora de establecer su política monetaria. Será necesario que estas subida de precios se mantengan en el tiempo para que afecte a las decisiones del BCE. Las cifras que se publiquen en los meses siguientes serán importantes y serán tenidas en cuenta por los participantes en el mercado.
Un repunte de la inflación, como el de hoy, hubiese sido interpretado por el mercado como positivo para el euro en circunstancias normales ya que anticiparía una normalización de los tipos de interés al alza, pero en esta ocasión el efecto ha sido nulo.
EUR/USD , de hecho, se mantiene presionado a la baja cotizando en los mínimos del día en torno 1.2020. El par ha confirmado la ruptura a la baja del principal soporte situado en 1.2065 con un cierre diario por debajo de este nivel y desde una perspectiva de análisis técnico se encuentra en tendencia bajista con un primer objetivo en torno a 1.1950.
Lo mismo ocurre en la cotización contra la libra.
EUR/GBP rompió el soporte de 0.8866 y desde un punto de vista técnico tiene el camino libre hasta la zona comprendida entre 0.8700 y 0.8770. En este caso el indicador RSI se encuentra en zona próxima a la sobreventa en un gráfico diario, aunque sin mostrar todavía ninguna señal de agotamiento ni de divergencias.
Fuentes: Bloomberg, Investing.com.