Los informes económicos más débiles de lo esperado, que muestran que la actividad manufacturera cayó inesperadamente en una contracción y que la actividad de la construcción fue peor de lo previsto, alimentaron el optimismo de que la Reserva Federal podría verse obligada a considerar la desaceleración de su ritmo de endurecimiento de la política monetaria para evitar una recesión profunda.
El índice ISM manufacturero de septiembre cayó a 50,9 desde 52,8, muy por debajo de las previsiones de los economistas de 52,2. Una caída del índice ISM por debajo de 50 indicaría una contracción de la actividad manufacturera, que representa aproximadamente el 12% de la economía estadounidense.
Además, el componente de empleo del dato de ISM manufacturero se desplomó a 48,7 frente a los 53 esperados, lo que implica que la tasa de desempleo aumentará este viernes, reforzando la idea de que la Fed debe abandonar las subidas agresivas de los tipos de interés.
La probabilidad de que la Fed suba los tipos en 75 puntos básicos por cuarta vez consecutiva ha bajado al 59% desde el 72% de hace una semana.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron bruscamente, cuando los inversores valoraron la posibilidad de que los tipos de interés fueran más bajos de lo previsto en un futuro próximo. El rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años cayó alrededor de 20 puntos básicos.
Además de este relevante dato económico, la noticia sobre la rectificación del gobierno británico sobre su política fiscal también influyó en el desempeño positivo del mercado. Anunciaron que abandonaban la medida de bajar el tipo impositivo máximo, aunque todavía hay dudas sobre su plan de aumentar el gasto público.
La libra esterlina recuperó parte de sus pérdidas y los bonos británicos subieron, debido en gran medida a la intervención del Banco de Inglaterra, que anunció su intención de seguir comprando bonos en caso de que se produzcan fuertes ventas como las de los últimos días.
El dólar estadounidense se debilitó en términos generales debido a la caída en los tipos de interés en el mercado, y los índices bursátiles estadounidenses experimentaron una extraordinaria subida, en contraste con su mal comportamiento a lo largo de septiembre.
A pesar de la caída de Tesla de más del 7%, el índice Nasdaq se disparó y cerró la sesión con ganancias cercanas al 4%, con una vela envolvente alcista en el gráfico diario que, desde una perspectiva técnica, podría anticipar un cambio en la última tendencia bajista.
Fuentes: Bloomberg, Reuters
