Además, aseguró que la economía está lo suficientemente fuerte como para afrontar el ajuste.
Sus declaraciones fueron recibidas positivamente por el mercado. En primer lugar, porque las previsiones de subidas de tipos de interés, entre un 3% y un 3,5% para este año, se ajustan a lo que el mercado descuenta e incluso abre la posibilidad a que sean menos agresivas.
En segundo lugar, porque demuestran una determinación clara para acabar con la inflación - la credibilidad de la Fed estaba en entredicho - al tiempo que transmite confianza sobre la solidez de la economía estadounidense para poder encajar una política monetaria más restrictiva. El debate en el mercado en los últimos días ha sido el de la posibilidad de que la economía americana entre en recesión debido a la política monetaria de la Fed.
Los comentarios de Powell debilitaron momentáneamente las crecientes proyecciones de los bancos de inversión e instituciones financieras que advierten sobre la probabilidad de que los tipos altos provoquen una recesión.
Según Powell, en este segundo trimestre la economía estadounidense reflejará un mejor desempeño. Sin embargo, advirtió que también hay señales de desaceleración y que las medidas aplicadas impactarán en el consumo.
Powell defendió la última decisión de subir 75 puntos básicos, un agresivo ajuste no visto en 28 años. Y, según indicó, todavía habría unas cuatro subidas de 50 puntos aproximadamente.
La reacción del mercado fue positiva, y los rendimientos de los bonos a lo largo de la curva cayeron. El bono a 10 años fue comprado en el mercado, y su rendimiento bajó alrededor de 12 puntos básicos.
El dólar estadounidense perdió terreno contra todos sus pares como consecuencia de la caída de los tipos de interés del mercado, así como por la mejora en el sentimiento de riesgo de los inversores.
Los índices bursátiles de Wall Street experimentaron una notable subida durante las declaraciones de Powell. Sin embargo, pero al final de la sesión, se borraron todas las ganancias para terminar prácticamente sin cambios con respecto al día anterior.
Un factor positivo que también podría influir en el mejor desempeño de las bolsas americanas es el de la caída del precio del petróleo por sus efectos deflacionista. Las cifras de inventarios que se publicaron a última hora de la noche mostraron un incremento muy por encima de lo esperado y empujaron a la baja el precio del crudo hasta niveles que no se negociaban desde hace más de un mes.
Fuente: Bloomberg, Reuters