La Fed está decidida a tomar medidas contra la inflación, reconociendo que no pudieron identificar los primeros signos de subida de precios.
Por lo tanto, la Fed tendrá que seguir subiendo los tipos, tal y como ya ha anticipado el mercado. Aun así, es posible que la desaceleración de la economía, de la que empieza a haber indicios, impida a la Reserva Federal llevar los tipos de interés tan alto como el mercado había anticipado.
Los datos preliminares del PMI de junio, tanto manufacturero como de servicios, publicados ayer mostraron un notable retroceso, acercándose al umbral de expansión en la zona de 50.
El mercado ya comienza a centrarse en una potencial desaceleración económica, aunque todavía está lejos de una recesión. Esto podría forzar a la Fed a contenerse en el camino hacia una política monetaria más restrictiva.
Esta postura se reflejó en los tipos de interés de mercado. Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a bajar, y el de 10 años se acercó a la zona del 3%, tras haber alcanzado recientemente el nivel del 3,50%. Un movimiento de los bonos del Tesoro de considerable magnitud, si se mantiene o incluso se acentúa, podría cambiar por completo el escenario del mercado.
Aun así, Powell insistió en sus declaraciones en que la economía estadounidense sigue en un buen estado de solidez y espera que el PIB del segundo trimestre sea positivo. En estas circunstancias, los datos sobre las nóminas no agrícolas y la tasa de desempleo que se publicarán la próxima semana son muy importantes. Las cifras medirán si la desaceleración ya ha comenzado en el mercado laboral.
Pero, paradójicamente, este entorno de desaceleración económica, aunque todavía no se vislumbra una recesión, sigue siendo positivo para los mercados bursátiles: la Reserva Federal no necesitará subir los tipos de interés de forma agresiva, como se esperaba hasta ahora. Además, la principal preocupación de los inversores hasta ahora ha sido que la Fed podría provocar un aterrizaje duro si se excede con las subidas de tipos.
Los índices de Wall Street terminaron la sesión con ganancias, y el Nasdaq subió un 1,34%.
Hoy se publican los indicadores adelantados de la Universidad de Michigan, datos seguidos por los oficiales de la Fed, que servirán para evaluar el estado de la economía estadounidense y probablemente tendrán un impacto en el mercado.
El fenómeno de la desaceleración económica es global, no sólo en Estados Unidos. Uno de los indicadores más fiables de la evolución de la economía es el cobre, el principal metal industrial. Y como podemos ver en el gráfico, en las dos últimas semanas ha seguido una senda bajista que le ha llevado a romper un importante nivel de soporte en los $4,00. Desde el punto de vista técnico, se encamina hacia mayores pérdidas hacia el nivel de $3,55.
Fuente: Bloomberg, Reuters