Las cifras de producción industrial y ventas minoristas de Estados Unidos, publicada ayer, fueron mucho mejores de lo esperado. Estos datos animaron a los inversores, que comenzaron el día con fuertes compras en los mercados bursátiles.
Por la tarde, tuvo lugar una comparecencia de Jerome Powell ante los medios de comunicación que dejó clara la posición de la Reserva Federal.
Powell manifestó que el objetivo de la política monetaria es rebajar los niveles de inflación y que utilizarán todas las herramientas a su disposición para combatirla. La inflación es el principal problema para la economía estadounidense y reconoció que habrían actuado antes si hubiesen sido conscientes de la evolución que los precios han experimentado en los últimos meses.
También dijo que, para atajar la inflación, la economía tendrá que sufrir y que el mercado laboral está demasiado ajustado y es probable que se vea afectado en el proceso de subidas de tipos de interés. Pero Powell también expresó su confianza en que este proceso se desarrolle de forma que se pueda evitar un aterrizaje brusco de la economía estadounidense. Por este motivo, la Reserva Federal tiene previsto aumentar los tipos de interés en 50 puntos básicos en su próxima reunión.
A primera vista, el discurso de Powell se percibió como algo "hawkish", y los mercados experimentaron un cierto descenso desde los máximos alcanzados previamente. Los rendimientos de los bonos del Tesoro, tanto a 2 como a 10 años, también subieron algunos puntos básicos.
Más tarde, los inversores parecieron ver las declaraciones de Powell de forma más positiva. Por un lado, se descartan las subidas de 75 puntos básicos que, en un principio, se habían visto como posibles y que habían provocado las últimas caídas de las bolsas americanas.
Por otro lado, Powell señaló que la economía sigue siendo fuerte, tal y como mostraban los datos publicados hoy, y que intentarán que el aterrizaje sea suave, lo que abre la posibilidad de que, si la inflación muestra signos de relajación en los próximos meses, las decisiones sobre los tipos de interés no tengan que ser tan restrictivas como el mercado ya ha descontado.
Así, los índices de Wall Street retomaron su camino alcista previo y experimentaron fuertes subidas. Y, como suele ser habitual, el tecnológico Nasdaq fue el de mayor volatilidad y el de mejor desempeño, al subir un 2,63%.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense cayó frente a todos sus pares, excepto contra el yen japonés, debido a las expectativas de una Reserva Federal menos "hawkish".
El EUR/USD subió más de una figura. En este caso, el par se vio impulsado por las declaraciones de los oficiales del BCE que insinuaron subidas de tipos de 25 puntos básicos para el verano.
Fuente: Bloomberg.com, reuters.com
