Mientras las bolsas europeas recuperaban terreno, ganando más de un 2% en el caso del DAX alemán, los mercados bursátiles norteamericanos no lograban moverse en territorio positivo tras un primer intento al inicio de la sesión de ayer. La jornada terminó finalmente con los tres principales índices en números rojos.
La caída de los precios de las materias primas energéticas - el petróleo bajó más de un 7% y el gas natural perdió casi un 3% - es una de las razones que se barajan para este mejor desempeño de las bolsas europeas.
Europa es la región del mundo que se vería más afectada por los altos precios energéticos, dada su casi total dependencia del exterior, especialmente de las exportaciones rusas. Las últimas caídas representan un alivio, al menos a corto plazo.
De hecho, esta circunstancia se reflejó también en la cotización del euro, que subió en su cotización contra el dólar mas de media figura.
Detrás de todo este movimiento del mercado se encuentran las esperanzas de que se llegue a un acuerdo en las negociaciones para el cese el fuego entre Rusia y Ucrania. Aunque todavía no se ha visto ninguna señal clara en este sentido, el hecho de que las discusiones se mantengan y continúen en el día de hoy deja abierta alguna posibilidad.
A pesar de los últimos acontecimientos, la ofensiva rusa no cesa con ataques desconcertantes en zonas muy cercanas a los países de la OTAN, como Polonia.
Los bonos del tesoro, tradicionalmente activos refugio en situaciones de tensión geopolítica como la actual, tampoco se ven influenciado por el conflicto. Al contrario, están siendo vendidos con fuerza en el mercado, especialmente los bonos norteamericanos, que en el caso del Tnote 10 años, ha caído en precio hasta niveles no vistos desde mayo de 2019.
Este descenso ha sido impulsado por la inminente subida de tipos que la Reserva Federal llevará a cabo mañana. La rentabilidad de este bono ya ha alcanzado el nivel del 2,12%.
Las subidas de tipos de interés que la Fed se ve forzada a realizar por la preocupante carrera alcista de los precios (que han llevado al IPC por encima del 7% y no muestra signos de moderarse en el futuro cercano), han hecho subir los precios de las materias primas. La razón es, por supuesto, el conflicto en Ucrania.
Igualmente, volvemos a tener malas que nos llegan de China, que ha vuelto a imponer cierres a causa de rebrotes de las infecciones por coronavirus.
Aun así, el oro corrigió ayer más de $30, en línea con el movimiento correctivo generalizado (en gran parte impulsado por la mejora en el sentimiento del mercado sobre la guerra de Ucrania), pero sin considerar que el metal amarillo se usa como cobertura ante la inflación y que ésta se mantiene en los niveles más altos en más de 30 años.
Técnicamente, frenó la caída en la zona alrededor de $1960/onza, que podría actuar como freno y nivel de soporte para el actual movimiento correctivo bajista.
Fuentes: Bloomberg.com, Reuters.com