El miércoles, los inversores aplaudieron la decisión agresiva de la Reserva Federal de aumentar las tasas de interés en 75 puntos básicos -su mayor aumento de tasas desde 1994-, provocando un aumento en los índices bursátiles estadounidenses.
Al día siguiente, otra oleada de endurecimiento de la política monetaria en Gran Bretaña y especialmente en Suiza, volvieron a llevar a los inversores a un sentimiento de aversión al riesgo, despertando el temor a una recesión global por el brusco cambio de los bancos centrales del mundo causado por la alta inflación.
Como resultado, los índices de Wall Street perdieron todo lo ganado en el día anterior y se negociaron en niveles no vistos desde finales de 2020.
La decisión del Banco de Inglaterra de subir en 25 puntos básicos estaba prevista por el mercado. Aun así, el discurso del gobernador del BoE mostraba una clara determinación de continuar subiendo los tipos de interés en futuras reuniones, una declaración que puede ser considerada como "hawkish".
Pero lo que realmente sorprendió al mercado fue la decisión del Banco Central de Suiza de subir en 50 puntos básicos los tipos de interés. Aunque todavía sigue manteniendo los tipos de referencia en negativo, en el -0,25, este repentino cambio de política monetaria sorprendió a los mercados, ya que un banco central como el suizo, que ha estado intentando evitar una excesiva fortaleza del franco suizo (CHF) manteniendo una política monetaria ultraexpansiva, decidió cambiar su modelo de tipos de interés bajos después de 15 años.
Este movimiento fue aún más sorprendente, ya que Suiza no tiene grandes problemas de inflación, que se sitúa en torno al 2,9%, muy por debajo del resto de países occidentales.
Si el Banco Central Suizo sigue subiendo los tipos de interés, el BCE, el Banco de Inglaterra e incluso la Reserva Federal estarían probablemente dispuestos a avanzar hacia una política monetaria más restrictiva de lo previsto inicialmente.
La cotización del par USD/CHF se desplomó tras la decisión del Banco Central Suizo, perdiendo 300 pipos durante la sesión. En este escenario, es probable que el franco suizo siga fortaleciéndose. Este movimiento influyó en el resto de las divisas, con el dólar perdiendo terreno frente a todos sus pares, incluido el euro, que se recuperó hasta niveles cercanos a 1,0600.
Fuente: Bloomberg, Reuters.