Los medios de comunicación justificaban este movimiento al miedo de los inversores a la inflación, pero este argumento carece de base, ya que tanto la cifra del IPC como la del índice de precios de producción de Estados Unidos, publicada ayer, mostraron niveles más bajos con respecto al dato del mes anterior.
Esto podría sugerir que la inflación ya ha tocado techo. Si observamos el comportamiento de los bonos del Tesoro, tanto americanos como europeos, veremos que experimentaron fuertes caídas en sus rendimientos, con el bono americano a 10 años cayendo 10 puntos básicos hasta el 2,83%.
Si los inversores estuvieran preocupados por la inflación, habrían vendidos los bonos del Tesoro, elevando su rendimiento, ya que esperarían una acción más agresiva de los bancos centrales con los tipos de interés.
El movimiento del mercado no se debió al miedo a la inflación, sino que fue el clásico comportamiento de aversión al riesgo motivado por la escalada de la tensión de la guerra de Ucrania. Alemania advirtió que Rusia estaba usando el gas y el petróleo como arma bélica, y lo que más elevó la preocupación de los inversores fue la petición formal de Finlandia de formar parte de la OTAN. El país nórdico mantiene un estatus neutral desde la Segunda Guerra Mundial. Dado que limita con Rusia, se teme una reacción descontrolada por parte de este último país.
En un contexto de mayor aversión al riesgo, los inversores huyen hacia activos refugio. Y eso fue lo que ocurrió ayer. Por un lado, la compra masiva de bonos del Tesoro, el principal activo refugio, y por otro, las compras de dólares, una divisa segura contra todas las divisas, excepto con el yen japonés. Este último suele actuar en estas circunstancias como el principal destino de los inversores que huyen de activos de riesgo.
Los mayores movimientos de todo el mercado se produjeron en los cruces del yen, con el par EUR/JPY cayendo más de 3 figuras y el USD/JPY más de una figura y media.
Después de una escalada sin descanso del USD/JPY durante más de un mes que lo llevó a máximos de 20 años, el par sufrió un severo retroceso.
Técnicamente, el par ya estaba apuntando este movimiento a la baja con una marcada triple divergencia bajista en el RSI diario. Los niveles de retroceso de Fibonacci de toda la pata alcista tienen como primer objetivo la zona de 125,10 (0.382%). Para que esto ocurra, debería mantenerse el mismo nivel de tensión en los mercados, pero este escenario parece poco probable.
Además, si la Reserva Federal se muestra más cautelosa en las próximas reuniones y no sube los tipos de interés tan agresivamente como se prevé o si el tipo de interés se mantiene actual, esto podría ser posible.
En cualquier caso, nada que ver con la inflación.
Fuente: Bloomberg, Reuters