La Reserva Federal dará a conocer su decisión de política monetaria el miércoles, en la que quizás sea la reunión de la Fed de la que más se ha hablado en este año. El mercado da por hecho o al menos con un muy alto grado de probabilidad, el anuncio del tapering, la reducción gradual de las compras de bonos, que actualmente se eleva a 120 B de dólares mensuales.
El punto clave será conocer cuál es la intensidad de esta reducción, si el ritmo es superior a 15 B de dólares mensuales, será considerado como más "hawkish", lo que probablemente provocaría subidas más pronunciadas en los yields de los treasuries que en los últimos días no han dejado de moverse arriba y abajo en torno a 1.60% en el caso del bono de 10 años Tnote.
La atención también estará centrada en la valoración que Powell haga esta vez de la inflación, si la sigue considerando transitoria o ha cambiado su punto de vista. Esto tiene importancia en relación con las expectativas de subida de los tipos de interés de referencia que en el mercado ya se anticipa para julio del año próximo, con un grado de probabilidad superior al 60%.
Las cifras de PCE (gastos en consumo personal), el indicador preferido por la Fed para medir la inflación, mostraba de manera persistente un elevado número por encima del 4%, que sin duda es un factor de preocupación para la Fed. De hecho, bancos de inversión como Goldman Sachs han cambiado recientemente sus previsiones sobre política monetaria y pronostican ya una o dos subidas para el año que viene.
Los mercados bursátiles van a estar a la espera de la decisión, pero sin dejar de hacer nuevos máximos históricos a pesar del posible sesgo hawkish de la Fed que en principio debería ser tomado como negativo para los índices, especialmente el Nasdaq100.
El dólar tampoco se decide a romper definitivamente al alza a la espera de ver qué hacen los tipos de interés de mercado tras la reunión de la Fed, algo que se observa especialmente en la cotización del USD/JPY, que tras el fuerte impulso alcista que se inició a finales de Septiembre, ha perdido fuerza justo en la importante zona de resistencia de 114.58, por encima de la cual se confirmaría el fin de la tendencia bajista de años anteriores y abriría camino para subidas de mayor envergadura.
Después de la Fed, se reúne también el Banco de Inglaterra, reunión de interés después de los constantes comentarios de algunos oficiales del Banco de Inglaterra que están más a favor de acabar la política monetaria ultra expansiva e incluso de subidas de tipos de interés.
No existe una opinión definida en el mercado acerca de su decisión, pero después de lo ocurrido con el Banco de Canadá y a la espera de lo que pase con la Fed, existe la posibilidad de que este banco central muestre un sesgo más hawkish, lo que conllevaría un impacto alcista en la libra.
Fuentes: Bloomberg, Reuters