Justo cuando los inversores empezaban a sentirse seguros de nuevo, el temor a que Credit Suisse Group AG pudiera ser la siguiente institución financiera en quebrar les hizo correr hacia activos refugio, fortaleciendo el dólar.
La preocupación por que Credit Suisse Group AG pudiese ser el siguiente banco en entrar en bancarrota provocó que en el día de ayer la volatilidad se apoderara de los mercados mundiales. Un fondo saudí, el principal accionista del banco, manifestó que no podía aportar más capital, y el banco suizo reconoció ante la Comisión del Mercado de Valores (SEC) que sus pérdidas en el último trimestre del año pasado eran superiores a lo reportado anteriormente.
Las acciones de Credit Suisse AG llegó a caer un 30 % y el temor a una crisis sistémica se apoderó del mercado, lo que hizo que los inversores se lanzaran a una carrera por los activos refugio. Esto evocó recuerdos de la crisis financiera mundial de 2008 y alimentó la especulación de que los Bancos Centrales se verían obligados a moderar su actitud agresiva para evitar un aterrizaje económico más duro.
El bono estadounidense a 10 años cayó 22 puntos básicos y el BUND alemán 27 pbs, como resultado de la compra masiva de bonos del Tesoro como refugio.
El dólar se fortaleció en su calidad de moneda refugio contra todas las divisas excepto contra el yen japonés, que en esta ocasión también se desempeñó como divisa refugio.
Los índices europeos y estadounidenses estuvieron durante prácticamente toda la sesión presionados a la baja al seguir la evolución de la acción de Credit Suisse y a la espera de noticias sobre la situación de la entidad financiera suiza.
Los datos de índices de precios a la producción (IPP) y de las ventas minoristas de Estados Unidos, que se publicaron a la apertura del mercado norteamericano, fueron positivos para el mercado debido a un IPP por debajo de lo esperado y ventas minoristas más débiles. Pero la atención de los inversores se desvió hacia Credit Suisse y, como resultado, las cifras económicas pasaron desapercibidas y sin casi ningún impacto en el mercado.
A última hora, las noticias del Gobierno suizo de que el Banco Central de Suiza iba a proporcionar liquidez a Credit Suisse, llegaron justo a tiempo para calmar a los mercados. La acción de Credit Suisse recuperó parte del terreno perdido, aunque cerró con pérdidas de 14 %. Los índices de Wall Street tuvieron un comportamiento similar, destacando el tecnológico Nasdaq, que cerró con ganancias de un 0,54 %.
En resumen, la jornada de ayer fue de alta tensión en el mercado que pone de manifiesto la preocupación de los inversores sobre la situación del sector financiero después de la quiebra de Silicon Valley Bank.
Sin duda, esto influirá en las decisiones de los bancos centrales. Hoy, el Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta a la disyuntiva de continuar con su política de subidas de tipos de interés y asumir el riesgo de tensar el sistema financiero o echar marcha atrás y subir los tipos solo 25 pbs o pausar y abandonar la lucha contra la inflación que en Europa alcanza niveles más altos que en Estados Unidos.
Fuentes: Bloomberg, Reuters.