Tras el duro discurso de Jerome Powell, los índices bursátiles no se han recuperado y continúan con una fuerte presión vendedora. El presidente de la Fed dijo que seguirían subiendo los tipos de interés tanto como sea necesario para bajar la inflación hasta su objetivo del 2%. Incluso reconoció que esto traería daños a la economía.
Los datos de inflación publicados últimamente muestran claros signos de haber tocado techo, por lo que los inversores no esperaban el endurecimiento de la posición de la Reserva Federal. Por el contrario, se preveía un discurso más suave, aludiendo a la dependencia de los futuros datos económicos de los tipos de interés.
Con el descenso de la inflación, las expectativas de inflación a largo plazo han disminuido considerablemente. La preocupación de la Fed se centra en la posible inflación salarial, dada la situación del mercado laboral extraordinariamente ajustado.
Por esta razón, los datos de las nóminas no agrícolas publicados el viernes son importantes.
La cifra de creación de empleo se ajustó a las previsiones, con un descenso de unos 200.000 puestos de trabajo respecto al mes anterior. Sin embargo, la tasa de desempleo subió al 3,7%, y los ingresos medios por hora (salarios) crecieron menos de lo previsto.
En principio, este sería un buen dato para los mercados bursátiles, ya que muestra un empeoramiento del mercado laboral que debería restar presión a la Fed para que suba los tipos de interés. Tras la publicación del dato, los índices de Wall Street subieron a primera hora de la sesión y repuntaron desde mínimos.
Los tipos de interés de mercado también cayeron tras los datos, y el bono a 10 años pasó del 3,29% al 3,18% aproximadamente.
Pero una noticia inesperada vino a poner fin a este optimismo inicial. Rusia anunció el corte del suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 de forma indefinida. Según Moscú, las razones de este corte son técnicas. Sin embargo, estos argumentos no son plausibles y todo apunta a una decisión política debido a la decisión del G7 de poner un tope al precio del petróleo ruso.
El sentimiento de riesgo entre los inversores empeoró significativamente, y los índices de Wall Street se dieron la vuelta y terminaron la sesión con un descenso de alrededor del 1% o más.
Hoy no hay cifras económicas relevantes, además de ser festivo en Estados Unidos. Sólo un acontecimiento está en el punto de mira: la reunión de la OPEP+, que podría terminar con alguna decisión de recorte de la producción de petróleo si se confirman las últimas declaraciones de Arabia Saudí. El consenso es que no se adoptará esta iniciativa y la producción se mantendrá sin cambios.
Fuentes: Bloomberg, Reuters