El índice S&P 500 está más de un 20% por debajo de su máximo histórico de cierre a principios de este año, algo que no ocurría desde la caída provocada por la pandemia en Wall Street en 2020. Un cierre de más del 20% por debajo del máximo histórico confirmaría que el índice se encuentra en un mercado bajista.
El temor a que la Reserva Federal lleve a cabo subidas agresivas de los tipos de interés y que éstas lleven a la economía a una recesión se está extendiendo en el mercado.
El mercado ya anticipa con un 30% de probabilidad que la Reserva Federal aumente los tipos un 0,75% en la reunión de mañana miércoles. En un informe publicado el lunes, algunos bancos de inversión, como Barclays, dan por hecha la subida.
Por lo tanto, el sentimiento del mercado hacia la política monetaria de la Fed ha cambiado bruscamente. La atención ya no se centra en si hará una pausa tras las dos subidas de 50 puntos básicos en junio y julio, como estaba previsto inicialmente, sino en las agresivas subidas de 75 puntos básicos tan pronto como en la reunión de mañana.
El rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha subido hasta un 3,32%, niveles que no se veían en el mercado desde 2011. Lo mismo ha ocurrido con todas las referencias en la curva de tipos de interés.
El desencadenante no ha sido otro que la cifra del IPC publicada el viernes pasado. Pero, aunque la cifra del IPC mostró un nuevo incremento de pocos puntos, el IPC subyacente retrocedía por tercer mes consecutivo. Y no hay que olvidar que la política monetaria, no sólo de la Fed sino de la mayoría de los bancos centrales, se guía más por la cifra del IPC subyacente que es más estructural y no está sujeta a los cambios drásticos de los precios de la energía y los alimentos que son muy volátiles.
Las opiniones de los economistas y de los principales participantes del mercado están divididas, desde los que están a favor de una acción agresiva de la Fed hasta los que piensan que sería un error actuar de esta forma. Estos últimos creen que no serviría para aplacar la inflación y podría provocar un profundo efecto depresor en la economía.
La respuesta la conoceremos mañana, en una reunión muy relevante para el mercado. Si la Fed se inclina por subidas de 75 puntos básicos y utiliza un tono “hawkish” en sus declaraciones, los mercados bursátiles continuarían presionados a la baja, de la misma manera que los bonos del tesoro.
Sin embargo, si la Reserva Federal decide no seguir el guion que el mercado está dictando desde el viernes pasado y opta por la anteriormente prevista subida de 50 puntos básicos, además de un tono más moderado en su discurso, muy probablemente los índices bursátiles revertirían el terreno perdido en los últimos días.
Fuente: Bloomberg, Reuters