El movimiento más notable fue la compra masiva de bonos del Tesoro que hizo caer los rendimientos, llevando el de 10 años al 2,88%, niveles que no se veían desde el mes de mayo. Este nivel era anterior a la subida de 75 puntos básicos por parte de la Reserva Federal, que despertó el temor de los inversores a que la Reserva Federal se decidiera por una política monetaria excesivamente agresiva.
Pero ahora la situación parece haber cambiado. El temor del mercado no se debe a unos tipos de interés excesivos. El mercado de futuros de fondos de la Fed se ha relajado considerablemente y apunta a tipos de interés muy por debajo de lo que se descontaba hace un mes.
La razón es que lo que importa ahora a los inversores es una profunda desaceleración económica que puede incluso llevar a una recesión. Las posibles causas son la inflación y el conflicto en Ucrania, que puede provocar una falta de suministro de energía en Europa y un aumento de los precios de los combustibles.
Las cifras del ISM PMI manufacturero del mes de junio, publicadas el viernes, agravaron esta situación de incertidumbre al revelar una caída hasta 53, ya muy cerca del umbral de 50. Este último marca la diferencia entre una economía en crecimiento y una que retrocede.
Por tanto, la compra masiva de bonos del Tesoro del viernes puede considerarse como un movimiento clásico de flujos en busca de refugio.
De la misma manera, el yen japonés se revalorizó, esta divisa también actúa como refugio, después de haber alcanzados máximos pluri anuales en su cotización contra el dólar, en la zona de 137,00.
También se produjeron caídas en materias primas de diversa índole, como el cobre o el trigo, movimiento que viene a reflejar las expectativas de menor crecimiento de la economía global.
Sin embargo, los índices de Wall Street subieron, los tres principales en torno al 1%, una tímida subida tras cuatro días consecutivos de cierres en rojo.
Si el sentimiento del mercado es de aversión al riesgo, como se observa en los mercados de materias primas, bonos y divisas, los mercados bursátiles, como activos de riesgo, también deberían sufrir presiones a la baja. La cuestión es si estos mercados ya han sufrido caídas muy severas durante el primer semestre de este año y, por tanto, ya han anticipado una situación económica desfavorable. Si es así, podrían estar ya tocando fondo, o como señalan otros analistas, aún quedan caídas y sólo vimos una mera corrección técnica el viernes.
Durante esta semana de trading, tendremos la respuesta. Se publicará un dato económico importante de Estados Unidos, como son las nóminas no agrícolas (NFP) y la tasa de desempleo.
Fuentes: Bloomberg, Reuters