El día comienza con un incremento de la aversión al riesgo en el mercado que se refleja en la cotización del USD/JPY que cae por debajo de los niveles de soporte de 110.40 y amenaza con deshacer la última tendencia alcista del par.
Las causas de este cambio de sentimiento de mercado pueden ser debidas al empeoramiento de la evolución de la pandemia con mayores cifras de contagios y el establecimiento de medidas mas restrictivas en paises como Japón.
Sin embargo, ayer conocimos las previsiones económicas de la Comisión Europa, que en términos generales tuvieron un tono más optimista ante la aceleración en la vacunación y los progresos en la reapertura económica. Así, revisó al alza el PIB de la Eurozona para 2021 hasta +4,8% y +4,5% para 2022.
La comisión espera que la economía europea alcance los niveles pre -pandemia en el cuarto trimestre lo que implica un trimestre antes de lo proyectado en primavera. No obstante, advierte que la velocidad de recuperación será muy distinta por países y aunque habrá algunos que en el tercer trimestre alcancen niveles pre -crisis a otros les llevará más tiempo, en un contexto donde la incertidumbre y los riesgos siguen siendo elevados.
Los índices bursátiles europeos han reaccionado a la baja a pesar de las mejores previsiones.
El índice alemán DAX pierde a la apertura un 1.5% todavía lejos de niveles de soporte relevantes que se situan en una amplia franja entre 15100 y 14900.
Un factor que puede influir en la evolución del mercado es la revisión estratégica del BCE que presentará hoy Lagarde adelantada sobre la fecha prevista de septiembre y de la que se espera que establezca un nuevo objetivo de inflación del 2% y que permita superar temporalmente este nivel. Este es un elemento importante en la política monetaria que si bien garantiza una política de tipos de interés bajos durante un mayor periodo de tiempo, puede despertar los temores a un proceso inflacionistas en gran parte de los inversores y afectar a sus decisiones de inversión en los mercados bursátiles.
Las Actas de la Fed (reunión de junio) publicadas ayer en Estados Unidos, no proporcionaron ninguna novedad reseñable. La nueva postura de la Fed se puede considerar todavía dovish, antes era muy acomaditicia, al endurecer ligeramente su dot plot a 2023 estimando dos subidas para finales de ese año, pero sin ninguna pista de cuando empezarían a reducir su programa de compra de bonos ante una recuperación aún incompleta fundamentalmente por el lado del mercado laboral y un repunte inflacionario a corto plazo que consideran puntual.
Las cifras de inflación que se publicarán la semana que viene tanto de IPC como de PPI serán fundamentales para conocer si las subidas de precios son temporales o están aquí para quedarse.. El mercado espera un anuncio oficial de tapering tan pronto como en la próxima reunión de la Fed en Agosto y que se comience a implementar a final de año.
Fuentes: Bloomberg, reuters.com.