Desde hace un mes, tanto analistas como traders e inversores daban por hecho que el banco central subiría los tipos de interés en esta reunión de noviembre, basándose en las declaraciones del gobernador Baileys, que en repetidas ocasiones señalaba la necesidad de ajustar al alza los tipos de interés dada las tensiones inflacionistas que se estaban produciendo de manera sostenida.
Aunque había quienes sostenían que la situación de la economía británica no era la adecuada como para comenzar el proceso de subida de tipos, una gran mayoría se atenían a los comentarios de Baileys que apuntaban en este sentido.
Quizás la influencia de una Reserva Federal más dovish que lo esperado haya influido en la decisión del Banco de Inglaterra, pero, en cualquier caso, no era esperado por el mercado. La reacción en la cotización de la libra y los bonos británicos fue inmediata.
La rentabilidad del bono de 10 años cayó 15 puntos básicos en el día, un movimiento intradiario muy por encima de la media. El Cable se desplomó casi 200 pips nada más conocerse la noticia hasta el nivel de soporte situado en torno a 1.3500, por debajo del cual se abriría camino a pérdidas mas pronunciadas.
Este movimiento bajista del cable arrastró por correlación al EUR/USD que frenó su caída en la zona de 1.1528, bajo anterior que ahora actúa como nivel pivote.
Sin embargo, el activo que experimentó una mayor volatilidad fue el petróleo. Tras conocerse que la OPEP+ no incrementaba su producción y mantenía lo acordado en la última reunión, un aumento de 400k barriles por día, el crudo saltó 3 dólares de súbito borrando todas las pérdidas del día anterior.
Pero inmediatamente después, las quejas expresas del gobierno norteamericano por la falta de colaboración de la OPEP+, que se niega a aliviar la presión alcista de los precios de la energía con un incremento de la producción de crudo, algo que había sido pedido por la administración americana en reiteradas ocasiones, provocó el efecto contrario llevando al crudo a nuevos mínimos.
En el mercado, se interpreta como una amenaza implícita que podría materializarse con la liberación de las reservas estratégicas al mercado.
Técnicamente se puede ya considerar como el final de la tendencia alcista que viene funcionando desde finales de agosto y apunta a correcciones más profundas, al menos hasta la zona de 76.50, 0.382% retroceso de Fibonacci de toda la pata alcista anterior.
Fuentes: Bloomberg.com, reuters.com