Noticias sobre otras compañías, aparte de la reportada ayer por Johnson&Johnson, que han tenido que pausar las pruebas de vacunas del coronavirus por efectos secundarios no esperados, elevan el nivel de incertidumbre de los inversores que en gran medida habían apostado por una recuperación pronta gracias a una vacunación masiva.
Nuevas restricciones europeas
Todo nos hace pensar que esto no va a ser posible y el enorme incremento de casos en Europa en donde los principales países experimentan record de contagios anticipan nuevas medidas de lockdown que alejan la posibilidad de una recuperación inmediata de la economía del viejo continente.
Este incremento de la aversión al riesgo comienza ya a anticipar medidas del Banco Central Europeo más agresivas en su política monetaria y donde primero se refleja es en la cotización del bono alemán de 10 años, GER10yBond , que siguen al alza desde hace ya una semana , hasta alcanzar mínimos de yield -0.55% no vistas desde finales de julio pasado.
Una extensión e incluso un incremento en la política de compra de activos del Banco Central Europeo está ya dentro de las posibilidades que contempla el mercado, mas aún después de las últimas declaraciones de Lagarde y el retroceso experimentado en los principales datos económicos de alta frecuencia que presagian un freno en la recuperación de la economía Europea.
El euro tartamudea y se estanca
El euro se desplomó en este escenario negativo, rechazando de manera clara los niveles de resistencia por encima de 11800 y amenazando con volver de nuevo por debajo de la zona de 1.1700. La fortaleza del dólar que actúa como activo refugio ayuda a que la caída de este par se acelere. El par necesita confirmar un cierre diario por debajo de 1.1700 para que el movimiento bajista adquiera momento y se acerque a la zona principal de soporte situada ahora entre una amplia banda 1.1620-1.1670.
De confirmarse este escenario bajista del euro, uno de los pares más vulnerables sería EUR/JPY, considerado un barómetro del sentimiento de riesgo ya que la divisa nipona también actúa como moneda refugio.
Los niveles de soporte a vigilar se encuentran en 123.37, en primer lugar, y 122.40 como principal soporte.