Los acontecimientos de protesta del día de ayer con la toma del Congreso norteamericano por parte de manifestantes contrarios a los resultados de las elecciones, sin que la policía pudiese hacer nada por impedirlo y el presidente Trump alentándolos, fue un factor de enorme preocupación a nivel mundial desde un punto de vista político.
La mayoría de lideres mundiales y también de políticos norteamericanos se lamentaban de que en Estados Unidos ocurran este tipo de actos y propiciados por el presidente del Gobierno saliente.
Pero los mercados financieros hicieron caso omiso a esta situación y como suele ser habitual fueron mas prácticos, es decir, se centraron en la ratificación de Biden como presidente del gobierno estadounidense, ya certificado por el Congreso en el día de hoy, y mas importante aún, la victoria demócrata en el Senado después de la segunda vuelta electoral en Georgia.
Con un gobierno unificado, "blue wave”, presidente demócrata y Congreso dominado también por el mismo partido, las políticas impulsadas por Biden no tendrán ningún obstáculo para salir adelante.
Se espera que las políticas de estímulo fiscal sean de mayor tamaño en el futuro y eso implica mayor endeudamiento y potencialmente mayor inflación.
Por estas dos últimas razones los bonos americanos han experimentado caídas tras conocerse los resultados electorales de la segunda vuelta al Senado.
En el caso del Tnote (bono de 10 años), el yield ha superado la barrera del 1% por primera vez desde el comienzo de la crisis sanitaria en marzo 2020.
Esta caída en precios de los bonos del tesoro, subida de los yields, que descuenta un mayor riesgo de inflación futura y/o un aumento del nivel de endeudamiento, ha provocado un repunte del dólar USA.
En término generales la cotización del dólar tiene una correlación positiva con los tipos de interés y especialmente en el caso del USD/JPY.
Como se puede apreciar en el chart, el par ha experimentado subidas en los dos últimos días desde la zona de 102.60 y se sitúa cerca del nivel de resistencia de 103.90, nivel que no debería superar si la tendencia bajista que se inició a principios de la crisis se mantiene.
De momento y por tanto esta corrección alcista se considera de carácter técnico impulsada por el repunte de las yields norteamericanos, pero todavía dentro de una tendencia bajista que de manera pausada y continuada el par sigue experimentando desde marzo de este año.
Con esta corrección alcista del dólar, el oro también ha corregido a la baja dada la correlación negativo entre ambos activos. El metal precioso, una vez más, no ha logrado superar la principal zona de resistencia situada en la franja entre 1950-1960 y retrocede hacia la zona de soporte que viene marcada por la línea de 100 días SMA en 1895.
Es por tanto un movimiento puramente técnico, desde una perspectiva fundamental, sin embargo, los factores siguen estando a favor con tipos de interés en mínimos y sobretodo si se confirmara un repunte de la inflación que presionaría a la baja los tipos de interés reales que es el factor fundamental de mayor influencia en la cotización.
Fuentes: Bloomberg; BK Asset Management report.